viernes, 5 de diciembre de 2014

6 Claves de la parentalidad positiva


Ser padre es la tarea más difícil a la que hacer frente en la vida, exige una  entrega y dedicación sin igual, una gran dosis de energía y paciencia ilimitada, hacer frente a las dificultades previstas y a las sobrevenidas.

Conscientes del papel de la familia para el desarrollo social y económico europeo  en el 2006 el Consejo de Europa prioriza el fortalecimiento de la familia.  La recomendación Rec (2006)19 insta a los estados miembros  a promover políticas sociales  que favorezcan el desarrollo de las responsabilidades parentales de las familias. Siempre desde el respecto al superior interés del menor, como persona con derechos.

En este momento se define la parentalidad positiva como paradigma, como una forma de entender la crianza de los hijos, “que tiene en cuenta las necesidades de los hijos y su satisfacción, proporciona ambientes y recursos para estimular su aprendizaje, pero también se ocupa de que ofrecer modelos positivos y procurar el aprendizaje de las normas sociales básicas, pone límites a su comportamiento”.

Así, esta tarea debe estar fundamentada en el desarrollo de relaciones positivas entre padres e hijos, y excluye de manera inequívoca el maltrato o la violencia de cualquier tipo.

El ejercicio de las responsabilidades familiares debe guiarse por los siguientes principios:
  • VÍNCULO DEL AFECTO. Lo saludable es el afecto, y los beneficios del desarrollo de un apego seguro están empezando a tener evidencia científica. Todos sabemos que para que un niño crezca necesita sentirse querido y protegido.
  •  ENTORNO ESTRUCTURADO: Los niños necesitan sentirse seguros, pero también necesitan que les guiemos y orientemos en su socialización, con normas y cierto orden, pero también con flexibilidad según sus necesidades. Esto incluye que hemos de tener en cuenta que nuestros comportamientos son atentamente observados, e imitados, por nuestros hijos; la coherencia será pues, un valor en alza.
  • ESTIMULACIÓN Y APOYO DEL APRENDIZAJE: facilitar que nuestros hijos encuentren la motivación por el aprendizaje, reforzar sus logros sin caer en el exceso de halago, darles la oportunidad aprovechar su imaginación y creatividad. No hemos de olvidar el valor del juego en la infancia.
  • RECONOCIMIENTO: Los padres hemos de interesarnos por lo que le importa a nuestro hijo, necesitamos observarlos atentamente, que les entendamos. Los niños necesitan sentirse comprendidos.
  • CAPACITACIÓN de los hijos, potenciando su percepción como agentes activos capaces de cambiar las cosas e influir sobre los demás. Los espacios y momentos de escucha, de juego u ocio compartido serán la clave para el desarrollo de este aspecto.
  • Educar SIN VIOLENCIA, con respeto a nuestros hijos, ningún adulto merece ningún tipo de violencia ni humillación, ¿por qué a un niño sí?