Hace unos días pude ver el documental “La educación
prohibida”, reflexiona sobre la forma de aprender de los niños, sin llegar a
profundizar en metodologías pedagógicas, contiene multitud de mensajes para
repensar la educación, fundamentalmente la escolar. Me impactó uno especialmente, para “educar
hemos de cuidar”.
Y efectivamente si revisamos el significado de cuidar, tiene
que ver con poner atención y diligencia, ocuparse de que esa persona se
encuentre bien, estando alerta a sus necesidades y proporcionándole lo
necesario, evitando peligros y accidentes.
Cuidar sería atender regularmente las necesidades básicas del niño, y
favorecer progresivamente su propia autonomía en su satisfacción. Tienen que
ver con la alimentación saludable, aseo y vestido, sueño, comunicación y socialización, de protección y seguridad. También tiene que ver atender y respetar las emociones del niño, conteniéndole, consolándole, o simplemente acompañándole. Y por supuesto el niño necesita que espacios de juego seguro para jugar, a veces libremente, otras veces necesitará que seamos su "avecrém" enriqueciendo las experiencias.
Y cuidando a nuestros hijos, y favoreciendo su bienestar,
estamos contribuyendo a su óptimo desarrollo, y ¿qué es educar si no?
Cuidar es el andamiaje de la educación, si no respetamos las
necesidades de los niños, si no estamos atentos a su maduración, si no
observamos y aprendemos de nuestros niños, no podemos aspirar a educar, como
mucho adiestraremos.
Por otra parte el rol de cuidador, tiene nombre femenino. Los
cambios sociales han sido vertiginosos, y evidentemente hay algunos desajustes.
Hace apenas 20 o 30 la mujer cuidaba de la familia: hijos, marido, abuelos…
Hoy, la mujer ha salido fuera de casa, y se ha incorporado al mercado laboral,
PERO el hombre no está entrando en casa igual de rápido:
- Las
mujeres dedican 4 horas y 29 minutos al trabajo doméstico (actividades de
mantenimiento del hogar) frente a 2 horas y 32 minutos que dedican los
hombres. Además las mujeres dedican 2 horas y 22 minutos al cuidado de
hijos/as frente a 1 hora y 46 minutos los hombres. (Fte. Instituto de la
Mujer y para la Igualdad de Oportunidades)
Cuidar es una carga, y un gran sumidero de tiempo, pero sin
duda es una tarea que aporta grandes satisfacciones, cargada de
grandes-pequeños momentos por los que merecen la pena el esfuerzo y la dedicación.
En esta tarea es donde el afecto, la presencia total “en cuerpo y alma” y la
ilusión cobran su más genuino valor.
Necesitamos que más hombres se acerquen a esta maravillosa
tarea, es necesario que los padres compartan con las madres esta tarea, que compartan el
esfuerzo, pero también las alegrías, el orgullo y las ilusiones.